Mi primer año de universidad. Y no es precisamente un sueño en el que quisiera qedarme para siempre. Es uno de esos que quieres despertar para volever a tu realidad,al mundo que conoces.
Y no,no lo llamaría pesadilla,si es lo que estás pensando. Sencillamente porque no se le puede llamar pesadilla a conocer gente nueva,aprender lo que más te gusta y empezar a crecer.
Mis amigos,esos con los que compartí risas,emociones,lágrimas,decepciones. Los echo tanto de menos.
Por lo que me cuentan ellos lo llevan mucho mejor que yo,suelo ser de lágrima fácil.
Ellos hacían que los viernes para mi,fueran como los lunes para el resto del mundo. Siempre quería que pasara el fin de semana lo más rápido posible para volver a verlos cada día y vivir nuevas experiencias junto a ellos. Y juntos a mis maravillosos profesores.
En especial dos de ellos, estos me enseñaron a ser persona. Esto implica una serie de valores,valores,que al entrar en la universidad me he dado cuenta que muy pocas personas los tienen. Pero que enseguida se reconocen en alguien desconocido.
Asique cuando me siento triste,pienso en todo lo que viví y que no tengo porque sentirme así. Alrevés,debo sentirme feliz y orgullosa de todos ellos y de mi.
No creas que la universidad es tan extraordinaria como la pintan. Aunque creo que aún es un poco pronto,es como si te sacaran de la barriga de tu mamá. Estás ahí,calentito. Basicamente tienes proteccion y compañía. Y de repente te ves expuesto al mundo real.
La verdad es que eso ha sido un muy buen ejemplo.
Este año,el año de los 18, es un año en el que toca vivir muchas y variadas experiencias,toca crecer y saber quien soy para saber quien quiero ser.
En conclusión,he aprendido que nada es para siempre.Porque,quizás y solo quizás,si fuera para siempre no tendría el mismo significado que ha tenido.
Espero que cuando termine este largo y emocionante año que me queda,pueda escribir sobre él tal y como he descrito el anterior. Porque sin duda,fue y siempre será uno de los mejores años de mi corta y larga vida.
-E
